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viernes, 15 de abril de 2016

Carloncho y su jardín de los presentes




En entrevista exclusiva para el blog, Carlos García, más conocido como "Carloncho", el artista argentino, oriundo de Mendoza, se refiere a sus esculturas en miniatura y la magia que se esconde detrás de cada uno de sus personajes. Arte y naturaleza, en perfecta sincronización. 


Por Camila Reveco y Emilce Herrera Cozzoli
camilareveco.mza@gmail.com | emilceherreracozzoli@gmail.com 
Argentina


La siguiente es la entrevistas número cincuenta de este blog. Y elegimos, para este número, a un artista que vive y trabaja en la provincia de Mendoza, Argentina, más precisamente en la montaña, -Vallecitos- tan característica de este lugar en el mundo.
Carlos García, más conocido como "Carloncho", nació el 23 de febrero de 1960 y es un gran "escultor de las miniaturas"; un autodidacta que trabaja desde hace más de veinte años con personajes que no superan los quince centímetros de altura.
Los "seres" de este creador, salidos de su imaginación, están fabricados íntegramente con elementos de la naturaleza: semillas, hojas, vainas, tallos, pétalos, plumas e incluso piel de cebolla o ajo. Utiliza para el armado diversos elementos como pinzas y lupas y uno de sus desafíos más grandes al trabajar es, como resalta a menudo: "¡Qué no se note el pegamento!".
"La naturaleza es la mejor maestra de la verdad", dice San Ambrosio; frase que cumple con la convicción y "gran verdad" de nuestro escultor, que elige al otoño como la estación madre que le proveerá de todos los elementos que le servirán luego para instalarse en su taller.
Carloncho es un vecino de la Sexta de la ciudad, esa es en realidad su casa materna, allí se crió. Quedamos en juntarnos para concretar esta nota en un bar típico de la zona pero cambiamos de rumbo y decidimos romper con la etiqueta de un encuentro formal: fuimos a su casa y estuvimos charlando con él rodeados de su obra y compartiendo una cerveza. Formó para del momento también su perra Cepilla.
Entusiasmadas, prendimos las dos nuestros grabadores (en realidad, esa aplicación que tienen los celulares modernos conocida como "Grabador de voz") y resulta ser que cuando nuestra grata reunión concluyó, nos dimos cuenta minutos más tarde, que ninguna había grabado absolutamente nada... ¡nada de nada!
Por eso mismo, a continuación, lo que leerá, no es más que nuestro relato e interpretación de la charla que mantuvimos con nuestro amigo.





"¿Nunca oíste una hojarasca crepitar?"

En “El agua y los sueños”, el filósofo Gastón Bachelard (1884-1962) entiende la imaginación como el fruto de una dolorosa y primitiva separación y trasplantación; como algo que es grabado o injertado sobre la naturaleza: “El injerto parece ser un concepto fundamental para comprender (…) El Arte es una naturaleza injertada. Este acto de cortar, transplantar, injertar o escribir transforma un objeto natural en algo humano. En este sentido la imaginación se entiende como una marca cultural inscrita en el cuerpo de la naturaleza”.

Las esculturas en miniatura del artista plástico mendocino Carlos García son verdaderos “seres”, siempre estuvieron ahí, en la naturaleza, y nunca los vimos. Son seres que formaron parte de un paisaje, y decimos “seres” porque trasmiten cierta actitud vital o divina: bailan, cantan, juegan, vuelan. Son benévolos, transmiten paz, armonía y absoluta libertad. Son pura vibra positiva. Son un reflejo del creador en donde vida y obra van de la mano. 




"El canto enamorado de un pájaro" o "TINnnnn.. TINnnnn.. TINnnnnnnnnn....Despertarse!!!", (un hombrecillo color oro que carga con una campanita), "Prado encantado" (un verdadero jardín protagonizado por un hada y una especie de duende), "Buen día camarera", una hermosa criatura que esta con una bandeja en su mano, cerca de una palmera, recreando un paisaje caribeño. Esos son algunos de los títulos de sus esculturas que remiten siempre a cuentos infantiles, llenos de fantasía y magia, de ingenuidad y ensoñación, recreando un mundo invisible para la mayoría pero visible para Carloncho. 

Hay libélulas de colores verdes, fucsias y azules. Hay hadas con los brazos abiertos y vestiditos rojos apoyadas en flores. Hay bailarinas que posan con su tutú que no es más que una flor silvestre. Hay pilotos hasta con bufandas que siguen la dirección del viento. Hay ángeles.... También tiene pequeñas composiciones, como por ejemplo, una mujercita que despide contenta a su enamorado que está por salir de viaje en su avioneta. "Saludos!!!", se llama la hermosa obra. Todas sus miniaturas evocan a un vestuario parecido al de la Edad Media o el Renacimiento. 




"Toda época fue pieza de un rompecabezas" (Silvio Rodríguez)

A Carloncho la primera imagen se le presenta en su niñez. Una semilla en la que vio dibujado un rostro. “Después la vuelvo a ver de grande en una casa que alquilaba en Las Heras”, recuerda. 

“No se pinta lo que se ve sino lo que se conoce”, volviendo a citar a Bachelard que dice también: “La imaginación da forma a lo invisible”. Y eso hace Carlos García, que disfruta y juega como un niño al momento de imaginar y crear sus personajes. Ese goce lo refleja su expresión corporal, sus ojos brillan cuando habla y con sus manos y su pecho describe alucinado su proceso creativo y el resultado de su trabajo minucioso. 

Recuerda su infancia como una seguidilla de fotogramas que conforman una película: su madre, su abuela arrancado flores y él junto a ellas. Su padre, flautista de la Orquesta Sinfónica y además florista. Carloncho niño observándolo todo y guardando ese material creativo que le vino desde la cuna para plasmarlo de adulto en obras tan pequeñas como grandes. 




Se escribe "hippie" y se pronuncia "jipi" 

Al artista le interesa trasmitir paz, armonía con la naturaleza y si bien su trabajo no tiene un mensaje en particular, considera que el arte es "libre albedrío". Quiere trasmitir acciones positivas. Su obra no tiene connotaciones políticas, no transmite posturas partidiarias... pero a través de su filosofía de vida ejerce la política de una forma no convencional: su cosmovisión implica estar en armonía y conexión total con todo lo que lo rodea; cielo, aire, suelo... "Mis personajes -describe- son bondadosos, no tienen agresión y están siempre en una actitud de entrega, de ofrecimiento". 

Eligió la montaña para vivir y a la soledad como su gran compañera, a veces está por días sin ni siquiera escuchar música, disfrutando del silencio y percibiendo cada sonido natural -aunque de elegir, se queda con algún disco de King Crimson o de Luis Alberto Spinetta-. Un detalle a destacar de su cotidianeidad; le gusta repetir un bellísimo mantra que nos cantó emocionado: "Desde lejos, desde lejos oigo... Caigo enamorado de un pájaro". 

Carlos, como muchos otros artistas que rondan su edad, alejado del mundo "burgués" conserva los ideales del movimiento hippie, por eso inició una búsqueda hacia una vida más espiritual y de contacto con lo natural. Fue parte, además, de una generación en la que el miedo de los oscuros años de la Dictadura hizo estragos. Por eso hoy para él mostrarse como "libre" es, entre otras cosas, mantener su pelo largo que nos lo muestra atado con un colín.



Del amor y su primera muestra:

Nos hablo de sus amores, de tres parejas “casualmente” artistas plásticas, con las que “casualmente" estuvo respectivamente cinco, siete y cinco años. Una de ellas lo incentivo a exponer. Le dijo que ya era hora de mostrar lo que conservaba como un pequeño mundo fantástico en el interior de su casa. Decidió esperar y cuando creyó que había llegado el momento contactó por teléfono a la artista plástica Omara Serú: “Yayita, ¡tengo cosas para exponer”! se animó a decirle entusiasmado. 

La respuesta fue tan inmediata como motivadora: "¡Ya!", le dijo la mujer con vitalidad y fueron juntos un lunes a gestionar una muestra en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad, suponiendo que les darían fecha para muchos meses después. Pero no sucedió así…la entonces Directora del lugar, sorprendida ante el trabajo de Carloncho, le propuso exponer ese mismo jueves. 

El naciente artista tuvo el gran desafío de montar su primera muestra individual en sólo 78 horas y todo “salió espectacular”, recuerda. 




"Todo muy lindo" pero..... 

Por último Carloncho nos contó que se siente reconocido por la gente y no deja nunca de asombrarse ante las interpretaciones que despiertan sus esculturas. "Muchas veces trato de no ponerle títulos a las obras para no limitar la interpretación del público", explica, aunque también reconoce que siempre le tienta la idea de hacerlo. Pero lo que le llama tristemente la atención del trato con el espectador es que "todo queda en halagos", asegura, porque en Mendoza "el publico no compra". Y es una apreciación común, que suele escucharse por parte de muchos artistas. 

¿Qué hacemos con el mendocino para qué se anime a comprar? La muestra que ahora se da en el marco del Museo Fader en Mendoza es una excelente oportunidad para que los artistas puedan llegar al público y para lograr abrir el abanico del mundo del arte... 

Pero sepa usted, lector, que el artista no vive de elogios y que quizás sea bueno pensar en resignar comprar la última camisa de moda y en cambio, adquirir una obra de arte original: única e irrepetible, y a un precio accesible.

Y deberás plantar
y ver así a la flor nacer
y deberás crear
si quieres ver a tu tierra en paz
el sol empuja con su luz
el cielo brilla renovando la vida
y deberás amar
amar, amar hasta morir
y deberás crecer
sabiendo reír y llorar
la lluvia borra la maldad
y lava todas las heridas de tu alma
de ti saldrá la luz
tan sólo así serás feliz
y deberás luchar
si quieres descubrir la fe
la lluvia borra la maldad
y lava todas las heridas de tu alma
este agua lleva en sí
la fuerza del fuego
la voz que responde por ti
por mí...
y esto será siempre así
quedándote o yéndote.

"Quedándote o yéndote" de Luis Alberto Spinetta.- 


Sobre el artista: 
Carlos García, "Carloncho", nació el 23 de febrero de 1960 en la provincia de Mendoza, al oeste argentino. 

Sus gustos:
Un libro: "Las enseñanzas de Don Juan", Castañeda
Un grupo de música o un solista: Luis Alberto Spinetta
Un disco: "La canción sigue siendo la misma", en vivo de Led Zeppelin (2012) 
Una película: "Twin Peaks" y "Corazón salvaje" de David Lynch
Una canción: "Desde lejos oigo el canto enamorado de un pájaro" (canción chamánica)

Contacto:
Mail: carlonchogarcia323@gmail.com



El siguiente es un corto, del director Andrés Llugany que muestra el proceso creativo de Carloncho:




Algunas imágenes del VII Encuentro de Artistas Visuales en los Jardines del Museo Fader, Mendoza:







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